UAGA se ha concentrado esta mañana frente a la empresa Solaria para advertir a esta empresa -y al resto de empresas fotovoltaicas, empresas pantalla y fondos de inversión que están operando en nuestro Territorio- que el sector agrario no está en venta.

En los últimos meses estas empresas están llevando una política comercial depredadora, presionando y coaccionando a los propietarios de fincas agrarias para que vendan o alquilen sus fincas para la instalación de placas fotovoltaicas, ofreciendo cantidades ingentes de dinero con el fin de lograr sus intereses.

Como UAGA y como profesionales del sector no vamos a aceptar este acoso. La tierra agraria es nuestro modo y nuestro medio de vida. Queremos seguir siendo agricultores y agricultoras, labrar la tierra y que el sector siga teniendo futuro, que sea una profesión digna para las próximas generaciones. Pero nos lo están poniendo difícil.

Entre todos los proyectos ya anunciados, se pretende ocupar una superficie agrícola de más de 500 hectáreas con parques solares. A esta superficie habría que añadir la que está comprometida para el trazado del TAV, además de los proyectos de parques eólicos en Montaña y Rioja Alavesa (Azáceta, Laminoria, Labraza) y otras zonas que las empresas de energías están explorando como la zona de Mendoza-Foronda, Ocio o Berganzo.

Además de las consecuencias de pérdida de tierra agraria por todos estos proyectos, hay que tener en cuenta que la presión especulativa está subiendo exponencialmente, no sólo para estas actividades, sino para el propio sector. El incremento del precio de la tierra hace más difícil la viabilidad de las explotaciones existentes e imposible la instalación de nuevos agricultores o agricultoras. Nos enfrentamos a una destrucción masiva de empleos agrarios. Esta expansión de parques fotovoltaicos sobre tierras fértiles podría en un futuro comprometer la capacidad de producir alimentos en nuestro territorio, afectando negativamente a la seguridad alimentaria que, por otro lado, proclaman nuestras administraciones.  Por otra parte, la tierra agraria no solo proporciona alimentos, sino que también desempeña un papel vital en la conservación de la biodiversidad y en la gestión sostenible de los recursos naturales.

Como sector y como sindicato hay que dejar claro que estamos a favor de las energías renovables, pero no a cualquier precio ni de cualquier modo. No se puede instalar parques solares en las mejores tierras de cultivo. Las empresas se valen del vacío existente ante la falta de regulación, mientras no se apruebe el PTS de energías renovables, para acaparar las tierras con mayor facilidad de acceso, buscando únicamente su propio beneficio económico. No podemos admitir que las administraciones den el beneplácito a estos proyectos mientras el sector agrario se hunde.

La defensa de la tierra agraria no implica oponerse a la energía solar, sino que abogamos por una implementación más sostenible. Se deben explorar alternativas, como la instalación de sistemas solares en terrenos no agrícolas, techos de edificios o áreas industriales, antes de recurrir a la conversión de tierras agrarias.

Desde UAGA vamos a seguir luchando para frenar esta colonización y este expolio al que quieren llevarnos. Seguiremos haciendo fuerza para demostrarles que queremos seguir viviendo de nuestro trabajo y de lo que nos ofrece nuestra tierra. Que tengan claro que el dinero no compra todo, mucho menos nuestra dignidad como profesionales del sector agrario.