UAGA ha transmitido a las administraciones vascas la necesidad de proteger los suelos fértiles de uso agrícola-ganadero de la instalación de grandes parques de placas fotovoltaicas y ha solicitado herramientas de protección a disposición de los sectores que puedan verse afectados con agresivas campañas de empresas energéticas, como es el caso del sector agroganadero.

Las energías renovables son la fuente de energía para un futuro sostenible y somos partidarios de hacer uso de las energías renovables en sustitución de energías procedentes de combustibles fósiles que generan CO2 y otros gases de efecto invernadero (GEI) que contribuyen al calentamiento global y el Cambio Climático. Sin embargo, no compartimos la idea de implantar parques de placas fotovoltaicas en suelos con actividad agrícola y ganadera, terrenos fértiles actualmente en uso.

La implantación de los parques solares debe realizarse de forma racional y con criterios de respeto a las actividades rentables que se desarrollan en los lugares donde se pretenden instalar, dimensionando las infraestructuras para que no repercutan negativamente en la vida y actividad de ningún territorio y sus personas, priorizando las parcelas sin valor agronómico ni uso agrícola, sin afectar a los regadíos existentes y respetando el entorno natural.

Los parques fotovoltaicos deberían situarse en parcelas sin uso agrícola, parcelas no fértiles u otras localizaciones donde el impacto generado sea el menor posible, respetando las actividades que se desarrollan actualmente en el campo y que han contribuido al mantenimiento del paisaje natural.

La función de las poblaciones rurales y sus actividades, como sustento del territorio, conservadores de la biodiversidad y del patrimonio cultural y agentes económicos, benefician a toda la sociedad y deberían ser prioritariamente tenidas en cuenta.