El Ministerio ha informado que prohíbe el uso de neonicotinoides en semilla de remolacha, siguiendo la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea publicada a finales de enero.

Desde UAGA valoramos esta prohibición de forma muy negativa para el sector, ya que supone eliminar una herramienta eficaz en el control de pulguilla y pulgones transmisores de graves enfermedades como la amarillez.

Esta prohibición se suma a la compleja situación actual con Azucarera, que ha eliminado la interlocución con los colectivos y que a escasos días del periodo de siembra, todavía sigue sin facilitar a los productores las condiciones y detalles del contrato para esta campaña.

Esta situación genera un nuevo retroceso para el sector de la remolacha, que va a suponer un incremento de los costes de producción y una menor rentabilidad del cultivo para las personas productoras. Es necesario activar medidas compensatorias ante posibles daños por no disponer herramientas eficaces para controlar las plagas, así como poner en marcha alternativas fitosanitarias que sirvan para minimizar los daños.

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